martes, 1 de junio de 2010

Un Compromiso Espiritual...

“Para la mayoría de nosotros, elegir un camino espiritual es la decisión más importante de nuestras vidas. Lo que a veces no entendemos es que no es una elección. Es un compromiso. Y un compromiso es continuo. Debe hacerse y renovarse cada día” - Yehudá Berg


Hace unas semanas tuve una plática intensa con dos seres altamente espirituales, seguro cuentan con la sabiduría de varias vidas, aunque en esta les tocó defender arduamente la religión católica. Y fue con ellos que me dí cuenta de mi falta de compromiso con esta religión, nunca hice nada por entenderla, conocerla y estudiarla de la forma que trato de entender, conocer y estudiar cualquier otro tema espiritual… y el que me hayan ayudado a ver esto, se me hace algo respetable y por eso les agradezco infinitamente.

La plática fue sobre: “Las ventajas de regalarle a mi hija el sacramento del bautizo (ó bautismo?)” y abarcó varios temas, pero todo terminó con la frase: “No te quita nada, sólo bautizala y luego que ella decida…”

Una elección así no podría ser tomada tan a la ligera, no puedo iniciar a mi hija en algo con lo que yo no comulgo, y no es que yo no sea católico, yo tuve la “bendición” de ser bautizado, confirmado y hasta casado por el catolicismo, es sólo que ya no creo en una religión excluyente… ninguna.

Desde ese día he estado pensando mucho en el Compromiso Espiritual, muchos de nosotros estamos molestos o decepcionados de nuestra religión por X o Y eventos indignos… muy indignos. Pero qué tanto nos ha servido todo esto como pretexto para no comprometernos con nuestro espíritu?… a veces es más fácil renegar de una religión u otra para no dedicarle el tiempo necesario a cultivarnos espiritualmente, o incluso peor, hay quienes se hacen los ciegos para encontrar el escape en la misa o la iglesia y llenar el vacío espiritual que sienten, o tal vez aminorar la culpa con el diezmo (te compro mi perdón). Y es que, es de humanos buscar un crecimiento espiritual, venimos a esta vida a ser felices y el bienestar espiritual invariablemente trae felicidad. De hecho, algunos confunden la felicidad espiritual con el éxito financiero, se manejan hacia el dinero con la misma o mayor devoción que cualquier creyente en La Villa.

He esatdo estudiando la Kabbalah y ahí hablan de “El Enemigo” el cuál es esta voz que nos aleja de la luz, de nuestro lado espiritual… el cuál tiene varios nombres, pero llamarlo: Demonio es algo ya muy trillado. Entonces, leyendo sobre las trampas que el enemigo utiliza, pude entender que esta postura mía de no pertenecer a ninguna orden católica me estaba resultando en el pretexto PERFECTO para no comprometerme con mi espiritu. Puedo leer muchos correos con temas espirituales, ver videos de alta vibración, acudir a mil cursos energéticos, etc, pero es esto suficiente para sentir que estoy haciendo un trabajo espiritual real?

Yo creo que me había dejado influenciar por “El Enemigo” al grado de ser un católico renegado, trabajador de luz de medio tiempo o simplemente un iluminado de ropero (esperando a salir del clóset), pero en realidad no había sentido el compromiso necesario para buscar en todo momento mi realización cómo ser espiritual, y esto no quiere decir que ya voy a ir a misa todos los domingos o que ya voy a dar el diezmo cómo “Dios manda”, ni que voy a cambiar de giro para dedicarme las 24 hrs a cosas metafísicas. No, mi forma de aportar al mundo es precisamente haciendo lo que hago, eso que me llena y me hace feliz, porqué haciendo lo que hago, sé que estoy apoyando a muchas personas, mi trabajo llega a más lugares de los que había estado consciente y tocar la vida de tantas personas no sólo es una responsabilidad… es un honor. Entonces, sólo me hace falta ser más conciente de la luz, confiar en mi alma y chiquear a mi espiritu.

Así que me dejaré de cosas, tal vez si un día me presentan una religión no exclusiva, ese día me podre considerar alguien religioso.

Por ahora, sólo soy un ser espiritual en búsqueda de la luz, rifándomela momento a momento por tener un equilibrio en todos los aspectos de mi vida (profesional, espiritual, familiar, personal) y esto me recuerda otra enseñanza de la Kabbalah, y es que en la vida cómoda no hay mucha luz que explotar… es en las complicaciones de la vida cuando más lecciones podemos aprender, cuando en verdad se requiere mostrar lo mejor de nosotros, es cuando puede salir lo peor de nosotros… y es justo ahí donde queremos estar.

Prende una vela en un estadio de futbol con todas las luces encendidas… la vela no haría ninguna diferencia. En cambio, préndela en el mismo estadio con todo apagado, y desde cualquier punto del estadio se podrá percibir esta luz. - Yehudá Berg


Así que por ahora, me comprometo con mi espiritu… y mi compromiso empieza por salir de esta zona de confort y llevar mi trabajo al siguiente nivel… Este sólo es el principio, del resto de mi vida. =)

con amor,

Ezequiel Calderón Huaracha
Tierra Planetaria Roja

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